
Los cursos de camarero de la
Fundación Altius, además de la formación teórico-práctica y de incluir el
certificado de manipulación de alimentos (necesario para cualquier tipo de
trabajo en el sector de la hostelería, servicios o alimentos), ofrecen una
formación en competencias básicas y transversales para el empleo. Esto quiere
decir, que se trabajan en el aula las habilidades básicas que debe desarrollar
un camarero que desempeña un servicio de cara al público. Estas son algunas de
las competencias:
-
Imagen de
marca personal. Tiene como objetivo conocer las características que nos
hacen diferentes, relevantes y visibles en un entorno competitivo y cambiante.
En esta competencia se reflexiona y se responde a través de dinámicas y
actividades las siguientes preguntas: ¿cuáles son mis competencias y habilidades?,
¿cuáles son mis áreas de mejora?, ¿qué soy capaz de hacer?, ¿qué se me da
bien?, ¿qué quiero hacer?, ¿dónde encajo mejor?, ¿quién me puede ayudar?, ¿cómo
me doy a conocer?
- Trabajo
en equipo. Es una de las competencias más comunes que encontramos como
requisito en las ofertas de trabajo, y una de las habilidades más valoradas en
las empresas actualmente; sin embargo,
hace falta conocer más a fondo lo que significa trabajar en equipo y conocer el
rol que tenemos dentro de este en los diferentes ambientes en los que nos
desarrollamos personal y profesionalmente.
-
Comunicación.
La importancia de la primera impresión en una entrevista de trabajo es más
relevante de lo que podríamos pensar. La primera impresión abarca tres campos, en
un 55% el lenguaje corporal (edad, apariencia, expresiones faciales, contacto
ocular, movimientos, espacio personal), en un 38% la voz (velocidad, volumen,
tono, timbre, modulación, articulación, dicción y vocalización) y las palabras
en un 7% (cómo expongo los asuntos, qué
pienso y cómo expongo mis ideas). Esta información ayuda a nuestros alumnos a
darse cuenta de su comunicación verbal y no verbal a la hora de buscar trabajo
y con las futuras empresas donde podrían insertarse.
Por tanto, a la hora de empezar
las prácticas no laborales en empresas, la mayoría de nuestros alumnos están
preparados técnica y profesionalmente para trabajar en un mercado exigente que
requiere no sólo de formación en hostelería sino también de unas habilidades
sociales adecuadas para conseguir un puesto de trabajo.